Queríais mano de obra y vinieron personas

Por los derechos de los y las migrantes

Se me ponen los pelos de punta cuando oigo hablar de los CIES, de las persecuciones en las fronteras, de las condiciones en que miles de personas trabajan en nuestro país para que el resto vivamos mejor. Invisibles, desconocidos, ciudadanos y ciudadanas de tercera categoría. Sólo mano de obra. Sin derecho a opinar, sin derecho a ver a sus familiares, sin derecho a decidir, sólo con derecho a producir, como máquinas, como esclavos.

Vivimos en una sociedad deshumanizada que todavía pone en tela de juicio los motivos de las personas que migran. Alguien que deja a su familia atrás, que se arriesga a morir, que se carga a sus espaldas la promesa de volver con dinero para que todos sus seres queridos puedan vivir mejor, que sale de su casa y no sabe cuando va a volver, deberían de ser tratados como héroes y heroínas. En cambio, a su llegada se les trata como delincuentes, como una molestia... Sinceramente, que crueldad.

Por todo eso, porque nosotros y nosotras somos parte del sistema que les obliga a dejar sus hogares para buscar un sueño en un mundo desconocido, hostil, ajeno, por todo eso tenemos que acompañarles en su lucha, que sin lugar a dudas, es la lucha de todos y todas.